lunes, 15 de octubre de 2012

VIAJE CULTURAL A CUENCA Y SIERRA DE LOS PALANCARES


 El 29 de septiembre salimos de Alcalá, cargados con chubasqueros y paraguas, por la previsión de lluvia que teníamos para el día, y a  pesar de que nos cayó algún que otro chaparrón, disfrutamos de una magnífica visita a la ciudad de Cuenca.



 Al llegar recogimos al guía, Pablo, que nos acompañó durante toda la mañana.  Subimos en autobús a la parte más alta de la ciudad, y desde allí descendimos a pie, recorriendo sus calles empinadas y estrechas ,mientras que el guía, muy erudito, divertido y simpático, nos fue contando la historia, leyendas y anécdotas, relacionadas con los lugares por los que pasábamos , hasta llegar a la catedral, cuyo interior también visitamos. Terminamos la mañana degustando dulces y licores típicos de Cuenca.




Después de comer, en un restaurante muy típico en la Plaza Mayor, partimos hacia la sierra de los Palancares.

 La primera visita, por cierto acompañados por la lluvia,  fue a las lagunas de Cañada del Hoyo. Vimos tres lagunas La Gitana, la Lagunilla y la laguna del Tejo, cada una  de un color aparentemente  diferente, debido a la presencia de microorganismos que hacen que cambie el color del agua a la vista del ojo humano. 
Después fuimos a ver las Las Torcas de Palancares. Enormes depresiones de entre treinta y quinientos metros de diámetro en terreno calcáreo. Los procesos geológicos que originaron su formación comenzaron hace aproximadamente 80 millones de años por la acción de aguas carbónicas en las rocas calizas muy solubles. Un clima favorable y corrientes subterráneas ocasionaron los hundimientos del terreno.
 Dando un agradable paseo entre pinos, llegamos a la Torca del Lobo, y debido a que de nuevo amenazaba lluvia, tuvimos que conformarnos con ver solo ésta y volvernos para Alcalá. Regresamos  con la impresión de haber descubierto, lugares muy interesantes y que merecen la pena ser visitados.




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